Extracto de la Introducción que presentamos al Programa de Voluntariado en Ríos 2011 del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, donde reflejamos la importancia de las actividades de voluntariado ambiental por las que nuestra entidad apuesta como herramienta útil y participativa de concienciación de la sociedad.
Aquí estamos un año más, coincidiendo con el Año Europeo del Voluntariado con el que ha sido bautizado este 2011. Nuestra entidad tiene cada vez más su razón de ser en las actividades de VOLUNTARIADO. Creemos que honestamente hay que agradecer a las administraciones públicas y a sus técnicos responsables del área de Medio Ambiente, su apuesta un año más por este programa de VOLUNTARIADO, sin duda el más importante de España y abierto a la participación de todas aquellas entidades que desarrollen actividades de VOLUNTARIADO ambiental. Creemos que desde las instituciones oficiales han entendido que la situación económica condiciona, pero que las actividades ambientales participativas, abiertas a la sociedad, tienen que seguir estando presentes porque se trata de una apuesta de futuro basada en la participación voluntaria y, por tanto, en la concienciación de la sociedad, y eso a nuestro entender, no tiene precio.
No cabe duda que en lo que se refiere al VOLUNTARIADO vamos por el camino correcto, y en lo que respecta al voluntariado ambiental aún más si cabe. La acción del voluntario/a se revela como un comportamiento afectivo y entusiasta de una parte de la sociedad que, aún inmersa en el círculo del consumismo, se revela a aceptar que el ser humano deba dar la espalda a los medios naturales entre los que sin duda se encuentran quizá los más sensibles: los relacionados con nuestros ríos y riberas.
Porque la experiencia adquirida en los programas de voluntariado y muy especialmente en los de Voluntariado en Ríos nos ha mostrado a lo largo de las pasadas ediciones que hay que creer en la sociedad, en la sociedad voluntaria que “arrima el hombro” de manera desinteresada, porque en esas acciones hay mucho de satisfacción personal y de sensaciones gratas y compartidas. El voluntario/a es el mejor de los embajadores porque predica con el ejemplo y es reflejo de que si se le dan los medios, es capaz de hacer grandes acciones desinteresadas por el bien común.
Entendemos que el voluntariado ambiental es un ejemplo vivo precioso y exportable a cualquier acción humana solidaria y defendible ante cualquier foro. ¿Qué mejor herramienta para la recuperación ambiental que la del voluntario/a que de manera desinteresada aporta su granito de arena para el bien común?. La actitud positiva del voluntario/a ambiental simplemente no tiene precio, ya que predica con el ejemplo y demuestra con su actitud que todos podemos ser solidarios.
Desde AGESMA nos sumamos al empeño que desde el Ministerio de Medio Ambiente sigue dando al voluntariado ambiental y en este caso al Voluntariado en Ríos, porque entendemos que el Programa va sin duda más allá de las propias acciones directas sobre el medio, ya de por sí importantes; porque sabemos que los medios fluviales han padecido quizá como ningún otro elemento natural la desidia y el abandono de una sociedad que históricamente les ha dado la espalda: sobreexplotación, deforestaciones, contaminación, basureros, escombreras, especies foráneas y un largo etcétera han disminuido sus valores ambientales; pero también sabemos que una de las formas más sinceras, gratificantes y educativas para revertir estos problemas es sin duda a través del VOLUNTARIADO ambiental por el que todos debemos seguir apostando.
